Secado

El Secado de Pelo

Siempre debemos tener preparados todos los utensilios que vamos a utilizar (principalmente secador de mano y peine). Hay muchos gatos que les da miedo encontrarse por primera vez con el secador y sobre todo al ponerlo en marcha, por lo que puede ayudar encender el secador antes de que el gato llegue al baño.

En primer lugar eliminamos el exceso de agua con una toalla lo máximo posible. A continuación podemos utilizar un secador de mano convencional aunque en el mercado también secador (Dyson) y expulsores de aire profesionales(Artero) con mejores prestaciones en los niveles de ruido y potencia.

También existen cabinas de secado que permiten el secado controlado de varios gatos a la vez.

Es recomendable utilizar un secador de mano lo menos ruidoso posible para evitar que el gato se incomode en exceso.

Hay gatos que toleran más o menos el secador, algunos lo tolerarán sin ningún problema y otros lo tolerarán encendido pero sin movimientos bruscos. Para estos últimos lo recomendable seria utilizar secador normal con un “porta-secador” similar al de la foto obteniendo así un “manos libres” similar al de los secadores-expulsores profesionales.

Si no podemos conseguir uno, lo que se puede hacer es dejar el secador inmóvil sobre una toalla y poner al gato en la dirección del aire, o bien probar con estos pequeños calefactores usados ​​para el baño que desprenden aire caliente y hacen muy poco ruido.

   Pero sin duda la opción más cómoda y especialmente indicado para principiantes es la de hacerlo por parejas: Uno sujeta el secador y el otro peina y manipula al gato.

No les enseñes el secador encendido al gato si no viene del baño directamente. Es curioso como a veces un mismo gato puede rechazarlo por completo si lo encendemos en seco sin venir del baño, o aceptadlo de buen agrado si viene de ahí ( al venir mojado agradecerá el aire caliente).

Un buen consejo

¡¡Cuidado con la temperatura del secador !!

Primero probamos en nuestra mano la temperatura y si está muy caliente y lo dejamos fijo siempre en el mismo punto le puede hacer daño y esto evidentemente no le gustará nada. Podemos empezar con una temperatura templada-caliente para acabar con un aire más frío.

Empezaremos a secarlo por el lomo, vientre, costados, cola, patas, pecho y finalmente cuello y cabeza ligeramente.

   Nuestros movimientos con el peine y secador tienen que ser precisos y constantes para que el secado sea más fácil y lo peinaremos principalmente a contrapelo, lo que dejará un aspecto más voluminoso y más “esponjoso”.